La primera vez que Nonna Irma visitó la costa Amalfitana quedó tan fascinada que decidió pasar parte de sus veranos en esas tierras ricas en colores vivos y perfumes intensos. En las cálidas noches de verano, le encantaba reunirse con sus amigos del pasado en la pequeña plaza del pueblo, para charlar y hablar sobre los buenos tiempos. Sentados en sus características sillas de madera, todos bebían las típicas bebidas artesanales, y el limoncello era de lejos el licor favorito de Nonna Irma. Le gustaba tanto, que quiso conocer la receta original de limoncello casero de una de sus amigas más cercanas, la Sra. Giovanna Di Natale. La abuela Irma le pidió que le revelara todos los secretos para poder prepararlo exactamente de la misma manera, con es mismo sabor natural y exquiso. A partir de ese momento comenzó a prepararlo ella misma, logrando obtener un producto excelente , con un color vivo y un fuerte sabor afrutado. Al regresar de las vacaciones, Nonna Irma siempre nos traía una botella de ese licor tan especial que había preparado con sus propias manos y que estaba deseando compartir con nosotros, ¡con mucha alegría y amor!

Para satisfacer la demanda de nuestros fieles clientes, tuvimos que confiar el desarrollo de nuestros productos a Destilerías Espronceda, una de las destilerías familiares más antiguas de España. avalados actualmente por  su departamento de I+D  y sus certificaciones de calidad BRC e IFS,   son la  fusion perfecta entre tradición e innovación,  cuyo mejor reflejo es nuestra mejor selección de productos.